He who looks will not see it;
He who listens will not hear it;
He who gropes will not grasp it.
The formless nonentity, the motionless source of motion.
The infinite essence of the spiritr is the source of life.
Spirit is self.
Walls form and support a room,
yet the space between them is most important.
A pot is formed of clay,
yet the space formed therein is most useful.
Action is caused by the force of nothing on something,
just as the nothing of spirit is the cource of all form.
One suffers great afflictions because one has a body.
Without a body what afflictions could one suffer?
When one cares more for the body that for his own spirit,
One becomes the body and looses the way of the spirit.
The self, the spirit, creates illusion.
The desilusion of Man is that reality is not an illusion.
One who creates illusions and makes them more real than reality, follows the path of the spirit and finds the way of heaven.
Lao-Tse,1 también llamado Lao Tzu, Lao Zi, Laozi o Laocio2 (chino simplificado y tradicional: 老子, pinyin: lǎozǐ, literalmente ‘viejo maestro’), es una personalidad china cuya existencia histórica se debate. Se le considera uno de los filósofos más relevantes de la civilización china. La tradición china establece que vivió en el siglo VI a. C., pero muchos eruditos modernos argumentan que puede haber vivido aproximadamente en el siglo IV a. C., durante el período de las Cien escuelas del pensamiento y de los Reinos Combatientes. Se le atribuye haber escrito el Dào Dé Jing (o Tao Te Ching), obra esencial del taoísmo. De acuerdo con este libro, el tao (o dao, ‘camino’) puede verse como el cambio permanente y este es la verdad universal. Dentro de las dudas sobre la existencia de Lao-Tse y sobre la época en la que vivió, se cree que pudo ser contemporáneo de Confucio.3
A pesar de que en otros casos hay una transmisión impresionante en cuanto a narraciones, crónicas y listas minuciosas de gobernantes, funcionarios y otras personalidades relevantes de la antigua China, sobre Lao-Tse no se sabe casi nada. Las fuentes que más tempranamente lo mencionan, lo hacen a través de anécdotas y leyendas, entre ellas, una historia sobre él en la obra de Zhuangzi (Chuang -Tzu) Nan hua zhen jing (南華真經, literalmente: ‘libro verdadero de la florescencia [cultural] del sur’). La primera fuente histórica o biográfica se encuentra en las Memorias históricas de Sima Qian del siglo I a. C.; sin embargo, él mismo escribe que sus fuentes y materiales serían muy inseguros y que ha encontrado afirmaciones muy contradictorias sobre Lao-Tse. Por ello, se ha sostenido que no es seguro que Lao-Tse haya vivido realmente alguna vez.