on 2020/03/01
Crítica al pensamiento de Prabhupada.
«Así como no hay gloria ni provecho en salvar la ropa de un hombre que se está ahogando, no hay gloria ni provecho en los esfuerzos humanitarios que apuntan a crear condiciones mejores para el cuerpo material temporario, el cual en fin de cuentas, está destinado a envejecer, enfermar y morir. El cuerpo material sin conciencia es un cuerpo muerto y no se puede revivir esta conciencia en el cuerpo por ningún medio de administración material. La conciencia no se debe a ninguna cantidad de combinaciones materiales, sino al alma espiritual.»
Palabras: 2132.
Tiempo estimado de lectura: 14 minutos.
Páginas: 4
Tú creaste la matrix, estás metido en una película, y todo esto es un juego
«Así como no hay gloria ni provecho en salvar la ropa de un hombre que se está ahogando, no hay gloria ni provecho en los esfuerzos humanitarios que apuntan a crear condiciones mejores para el cuerpo material temporario, el cual en fin de cuentas, está destinado a envejecer, enfermar y morir. El cuerpo material sin conciencia es un cuerpo muerto y no se puede revivir esta conciencia en el cuerpo por ningún medio de administración material. La conciencia no se debe a ninguna cantidad de combinaciones materiales, sino al alma espiritual.»
Según Prabhupada, no existe ningún beneficio ni ninguna gloria en los esfuerzos humanitarios que apuntar a crear condiciones mejores para el cuerpo material temporario. Sí, es verdad que vivimos en un cuerpo temporal, sin embargo, si ya estamos encarnados, el objetivo de la fuente creadora es aprender a gozar de la vida. Uno de los instrumentos para gozar de la vida es el cuerpo. Por lo tanto, el avatar que el alma(o el espíritu) utilizan para experimentar este plano dimensional debería tratar de la mejor forma posible, para que pueda vivir la mayor cantidad de tiempo, de la forma más confortable.
Tratar al cuerpo como un mero vehículo como propone Prabhupada desde mi punto de vista, es una error y una trampa. La nada crea todo, la nada es la consciencia creadora que es inteligencia infinita. En la omnipotencia a la hora de crear infinidad de escenarios para aprender, evolucionar, crecer, lo que hace es crear una simulación, una especie de juego. Es decir, estamos metidos en una película, en un juego que tiene muchas restricciones. Parte del juego es darte cuenta de la ilusión del juego, que nada de lo que observas es real. El juego tiene un montón de objetivos, entre estos es darte cuenta que no eres la materia, no eres tu cuerpo, no eres tu ego, y al mismo tiempo, sabes que no eres el cuerpo, no eres la materia, pero utilizas la materia a tu favor para gozar lo que más puedas de la creación.
Parte del juego, es aprender a gozar de la creación; parte del juego es aprender a no aferrarte al cuerpo, a la materia, mientras que al mismo tiempo cuidas súper bien el cuerpo, para que puedas gozar lo que el mundo te puede ofrecer. Parte del juego, es aprender a decodificar cómo funciona el cuerpo, cómo funciona el cerebro para que entendamos cómo maximizar el bienestar de los humanos.
La posición de Prabhupada de no hacer nada para ayudar a que más personas puedan vivir mejor en la encarnación, es muy cómoda. Vivir en un monasterio donde la vida es súper simple, donde hay de por si mucha armonía y mucho balance es muy simple, y desde mi punto de vista, si tu ser está evolucionando, posiblemente en una encarnación vivir en un monasterio para alcanzar la paz es un camino correcto. Sin embargo, la verdadera maestría es vivir en armonía, en balance, en paz, en la mitad del caos que viven el 7.7 billones de personas. Es muy fácil vivir en armonía en un monasterio, el verdadero maestro, gurú, buda, o iluminado es el que logra vivir en armonía en la ciudad.
Parte del juego, es lograr la maestría de vibrar en armonía, paz, gozo, alegría, en la mitad del caos, mientras tratas de ordenar el caos. La maestría es en tener expectativas y al mismo tiempo desapegarte de la expectativas. Es querer sin querer, es empujar sin empujar.
El mundo actual, en el 2020, la civilización humana tiene cientos de retos. Uno de ellos es aprender a vivir en armonía con la naturaleza mientras no destruimos el planeta, otro de ellos es acabar con la pobreza, otro es crear justicia en todos los niveles.
El verdadero maestro, no es un monje que está metido en un monasterio en un ambiente controlado. El verdadero maestro es el que logra vivir en el mundo actual donde se está destruyendo al planeta, y toma muchas acciones para ayudar a salvar al planeta, y al mismo tiempo no juzga a todas las personas ignorantes que no cuestionan lo que las corporaciones que dominan el mundo hacen para destruir el planeta. El verdadero maestro toma acciones con el objetivo de mejorar el planeta, y al mismo tiempo no se siente frustrado por que ve que la batalla es complicada, si no que vive feliz, en aceptación, y además disfruta de la encarnación.
El verdadero maestro trata de generar riqueza para él, y para las otras personas, para que todos puedan vivir en abundancia, y al mismo tiempo el verdadero maestro no se frustra si no logra generar riqueza, ya que primero es feliz, 100% feliz independientemente de si logra generar riqueza, y si se genera riqueza, súper bien, pero no va a condicionar su felicidad con el cumplimiento de sus aspiraciones.
El verdadero maestro es una persona que trata de crear justicia en este mundo donde existen injusticias, y al mismo tiempo no condiciona sus felicidad ni su estado emocional si es que se logra crear justicia.
Esto no tiene nada que ver con ser mediocre, ya que el verdadero maestro es una persona que actúa con estándares de excelencia. Cuando toma acciones para mejorar su mundo y el mundo de los demás lo hace con el mejor ímpetu, y además de ímpetu, sigue trabajando en mejorar sus habilidades para tener mayor impacto. Sin embargo, el verdadero maestro se da cuenta que este es un planeta escuela, y desde la creación de este mundo hasta el presente, en el punto evolutivo que estamos colectivamente como humanidad, este sigue siendo un planeta escuela.
Si es que la Nada es la fuente creador omnipotente, omnisciente, es amor infinito, es inteligencia infinita, es creatividad infinita; si es que esta fuente creadora tiene estas 5 características, entonces no tiene límites. Al no tener límites, lo que la fuente creadora hace es crear un juego donde tiene restricciones, y el objetivo es romper las restricciones para aprender. Así como los niños entran a primer grado para aprender a leer, y mientras no aprendan a leer, no pueden pasar al segundo grado; nosotros también tenemos que seguir aprendiendo para poder llegar a los siguientes niveles que sería como vivir en un Pueblo Consciente.
De esta forma, este planeta es perfecto para que aprendas la maestría. La maestría es aprender a perdonar, aprender a amar, aprender a ser persistente, aprender a vivir en armonía, aprender a vivir en paz, aprender a ser feliz, aprender a defenderte a ti, y a lo más débiles, aprender a ser valiente y tener coraje. Es decir, el objetivo es aprender a tener todas las virtudes que dios tiene.
Cuando no había literalmente nada, es decir, en el inicio, no había nada, solo había un gran vacío, y de repente la nada se dio cuenta que existía. El rato que se dio cuenta que existía la nada estaba en un nirvana, y en un éxtasis al mismo tiempo, estaba en un estado de contemplación donde decía «wow, existo, y me doy cuenta que existo, que increíble existir, wow!» La nada sentía amor infinito. Y después la nada comienza a expandirse, crea la luz, el sonido, el tiempo, y así sigue experimentando, hasta que crea un juego súper complicado, que es el que estás jugando ahorita.
Tu creaste la Matrix, y la Matrix te da lo que necesitas. La nada sabe que es súper fácil estar en un estado de contemplación donde siente amor infinito cuando no hay nada o cuando todo es perfecto. La nada lo que quiere es crecer tanto, evolucionar tanto, que logre estar en ese estado de contemplación, donde siente amor infinito en la mitad del caos. El verdadero maestro logra ese estado aquí en esta tierra viviendo la vida no en un monasterio, si no en el mundo complejo donde vivimos actualmente.
Y el objetivo de la simulación es que todos, literalmente todos nos despertemos y nos convirtamos en budas, y nos demos cuenta que todos somos todo, y el objetivo es volver a la unidad mientras somos individuos. El objetivo es fusionar la unidad con la dualidad, es fusionar el «querer sin querer, empujar sin empujar».
Así es que el pensamiento facilista de Prabhupada de que no hay que nada con el cuerpo ya que está destinado irreversiblemente a «envejecer, enfermar y morir» para mi es incorrecto. Parte del juego es convertirte en un héroe, que rompe las reglas de lo establecido. Y qué tal si es que podemos evolucionar tanto que no envejecemos, que podemos curar cualquier enfermedad, donde ya no hay muertes(a menos que hayan accidentes). Esta es la visión de Pueblo Consciente, donde todos son felices, ricos y conscientes. Quizás tome un millón de años para que todas las almas o espíritus evolucionen para lograr esto, pero realmente el tiempo que tome para lograr esto no es importante.
Parte del juego que el creador diseñó, es aprender a disfrutar del juego, aprender a disfrutar del camino, aprender a amar incondicionalmente lo que es, aprender a aceptar incondicionalmente lo que es(y de nuevo, no es que acepto y no hago nada, si no que hago muchas cosas para mejorar lo que es, y si no mejora, no pasa nada, igual me siento feliz por que acepto). El fin de llegar a la perfección no es el juego, de hecho, como el tiempo no existe, y todas las posibilidades son infinitas, y como todo pasa al mismo tiempo todo el rato, ese tiempo donde todo es perfecto y no hay pobreza, injusticia y los humanos vivimos en armonía con toda la creación ya se dio, ya existe ese mundo o ese universo; y lo que estamos haciendo es viajando en el tiempo hacia atrás. O también puede ser que el creador comenzó creando el mundo perfecto, vivió encarnado de una forma individual con billones de personas que estaba iluminadas durante miles y miles de años. Y después esas almas que vivían en el mundo perfecto, después deciden experimentar el juego o el reto de aprender a ser un maestro a la hora de sentir paz en la mitad del conflicto, y por eso crean este mundo.
Prabhupada dice que el cuerpo material sin conciencia es un cuerpo muerto y no se puede revivir esta conciencia en el cuerpo por ningún medio de administración materia; pero para mi este pensamiento es incorrecto. El cuerpo o el avatar es necesario para experimentar este plano dimensional, y por lo tanto no se le debe tratar con el desprecio que Prabhupada se expresa. El cuerpo humano sí tiene consciencia, está creado con inteligencia, y tiene geometría sagrada, no es «cualquier tontera». El objetivo de la creación es la evolución, por lo que a nosotros nos toca es aprender a descifrar cómo funciona el cuerpo para mejorarlo, para que podamos experimentar mejor esta realidad.
El verdadero maestro goza de los 5 sentidos, gozar caminar, goza correr, goza usar el avatar para subir una montaña, y disfrutar del paisaje, goza usar el cuerpo para surfear una ola en la playa, goza tener sexo, goza comer comida deliciosa. El cuerpo no es un martirio, y una carga, el cuerpo es la herramienta para gozar de la creación.
Prabhupada dice que la conciencia no se debe a ninguna cantidad de combinaciones materiales, sino al alma espiritual. El verdadero maestro es alguien que llega a niveles tan altos de evolución que goza de lo material, y al mismo tiempo se da cuenta de lo que los hindúes se refieren a la Malla, a la ilusión de lo material. El verdadero maestro aprende a gozar de la ilusión, y al mismo tiempo se desapega de la ilusión, no se aferra, no quiere controlar la ilusión, se deja llevar por el río, y al mismo tiempo aprende a controlar una parte del río como lo hace un kayakero profesional, y disfruta del camino, «enjoy the ride».
La trampa del juego también es creer que todo es lo espiritual, sí, lo espiritual es importante, y la materia no es más importante que lo material, si no embargo, si ya estás encarnado, disfruta de la carne, no tiene nada de malo, más bien, creaste la carne para experimentar otras perspectivas.
Es muy fácil ser un buda y estar en un estado Zen en un monasterio donde te pasas 8 horas meditando al día, el verdadero maestro es el que está despierto de toda la ilusión, y logra vivir en un estado Zen en el mundo donde viven los 7.7 billones de personas, en la mitad del caos. Ojo, parece crítica lo que digo, y capaz que para poder llegar a ser un monje zen en la ciudad la primera escuela era pasar por un monasterio y llegar a la conclusión de que el cuerpo material no sirve para nada, y si es así, ese es el camino perfecto.
La perfección es ver la imperfección perfecta.
La maestría está en aprender a no reaccionar.
La maestría está en no tener apego con nada.
La maestría está en aprender a perdonar.
La maestría está en aprender a enamorarse de la vida.
La maestría está en aprender a disfrutar del momento presente.
La maestría está en aprender a ser espontáneo, aprender a soltar el control, aprender a fluir con lo que es.
La maestría está en aprender a perdonarte a ti, y aprender a perdonar a las otras personas.
La maestría está en aprender a tener gratitud.
La maestría está en aprender a no juzgar.
La maestría está en aprender a mantener el avatar súper sano físicamente.
La maestría está en aprender a rendirte, a soltar el control.
La maestría está en aprender a servir a las otras personas.
La maestría está en aprender a ser feliz incondicionalmente.
La maestría está en aprender a auto-perfeccionarte, en darte cuenta de las áreas que puedes mejorar.
La maestría está en aprender a controlar tanto el cuerpo, que logramos dominar los impulsos animales que aún está activos en el cuerpo físico que tenemos. Por ejemplo, controlar el hambre, controlar ser impulsivo, controlar ser violento.
La maestría no es quedarse en un monasterio sin hacer nada para cambiar el mundo, la maestría es ser como Nacho Dean que viaja por el mundo para tratar de generar consciencia para cuidar al planeta, o como Daniela Hill que trabaja con niños para que tomen consciencia. El mundo necesita más Boyans Slats y Gretas Gutenbergs, que son personas que toman acción para mejorar el mundo, dos personas que ofrecen soluciones diferentes, que se complementan. Lo ideal es ser como Nacho, Daniela, Boyans y Greta que toman acción para mejorar el mundo, mientras que al mismo tiempo permanecen en un estado neutral, donde disfrutan del camino, y son felices aun que el mundo no sea perfecto.
La maestría está en tratar de pensar en formas para que los humanos podamos producir comida de una forma que no destruímos la tierra, con agricultura regenerativa. Quedarse en un monasterio sin desarrollar tecnología para resolver los problemas que sufre la humanidad, desde mi punto de vista, es muy cómodo. Ser un buda, mantener el estado zen, y hacer la diferencia en la mitad del caos es la verdadera maestría.
La maestría está en ser proactivo y pensar en formas para mejorar la forma cómo las ciudades funcionan, para hacerlas más amigables con el ambiente, como lo está haciendo Barcelona.
La maestría está en pensar en cómo hacemos para desarrollar tecnologías que limpien el ambiente.
La maestría está en no quedarse con los brazos cruazados viendo cómo se destruye el planeta, y tomas acción, tomas el rol del héroe que a pesar que no sabe si va a ganar la batalla contra un enemigo súper fuerte, igual toma acción y actúa. Es muy fácil ser un iluminado en un monasterio.
Un verdadero iluminado estaría en contra del sistema de castas que viven millones de personas en la India, y trataría de erradicar este tipo de ideologías que mantienen a miles de personas en la miseria.
Un verdadero iluminado no permite que nadie le benere, ni le rinda culto, y está en contra de la formación de cultos, está en contra de las ideologías rígidas que están basadas en dogmas. El verdadero iluminado no se cree un gurú, y fomenta que las personas no sigan a gurús, ni a líderes religiosos, si no que pide a las personas que cuestionen todo, y que aprendan a tener criterio propio para que no se dejen manipular por nadie.